RELIGIONES.

CRUCIFIJO ORTODOXO, CON KONBOLOY,  SOBRE MI CAMA.

La  Religión está presente en las vidas de todos los humanos, hasta en las tribus más primitivas, y es un indicio del pensamiento simbólico inherente a la función cognitiva llamada inteligencia que nos permite, a través de los ritos funerarios más simples, entender el pensamiento más o menos elaborado de nuestros antecesores, desde Atapuerca hasta el Neandertal del Sidrón (Asturias, Concejo de Piloña), en una interpretación del rito de la muerte ancestral.

 

Marcador de misal ruso del Palacio del Zar, perteneciente a Catalina de Rusia.

    La permanencia en esta vida, más o menos agradable, nos hace pensar en un "Mundo o vida después, mientras nos olvidamos de lo más simple: vivir nuestra vida con lo que nos ha tocado en el reparto,  sin tener que pensar en un dios que nos tiene abandonados, que permite la sedición contra las normas más elementales de convivencia, sin la mínima implicación  de su presencia, mientras se utiliza su nombre-en distintas lenguas y advocaciones- para hacer nuestra vida en este mundo un auténtico infierno, tan infernal y surrealista como el tríptico del BOSCO.

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS ( Hieronymus Bosch, EL BOSCO).

  ¿Ateo? ¡¡NO!! ¿DEISTA? ¡¡SÍ!! ¿ANÓSTICO? ¡¡SIIIII!! 

 ¿indiferente? También; no necesito ningun dios que  me haga inmortal en la "otra vida", con la que he tenido y tengo (con sabores de dulzura y amargura, mezclados, una experiencia vital positiva que aún no ha terminado).La Religión me importa una higa y nunca haré una bandera; no merece la pena gastar tanta energía en una "cosa" tan inútil y, a veces, peligrosa y mortífera. Me interesa más la vida que tengo, difícil en muchos aspectos, que la vida que me ofrece cualquier religión sin garantía (solamente la fe), y que todos habremos de llegar al fin y saber lo que hay en el final del túnel, si es que hay algo. Pero , sin haber nada, nuestro final es la aniquilación, la nada que es el todo, porque el todo y la nada son sinónimos de una llegada al puerto, al puerto de nuestra partida hacia allá, que ninguna religión crontrola desde que murió Caronte.

LA BARCA DE CARONTE

 Pero también Caronte y Hades son una ficción, porque en este mundo todo lo bueno  es ficticio, lo malo es real, desgraciadamente, y nuestros líderes nos tratan de llevar a su huerto para "ser  los mejor plantados" en un medro que no nos interesa.
 Seguiran los líderes políticos y religiosos con sus guerras particulares y generales, tratando de crispar al mundo con sus "soluciones/disoluciones y creando la disolución de toda concordia mundial como está cantado.
 Pero nosotros, los ciudadanos del mundo, somos los ciudadanos de Robespierre, amantes de la guillotina más cruel: LA CONTEMPLACIÓN DE UNA EJECUCIÓN SALVAJE, COLGADA EN LAS REDES SOCIALES, COMO UN DIVERTIMENTO MÁS.
 Es significativo que las compañías líderes de la mayor gilipollez  mediática hayan advertido a sus pupilos de la anulación de sus cuentas si cuelgan el vídeo de la ejecución del periodista. No lo vi y no lo quiero ver porque sería cómplice del asesinato salvaje de un ser humano, cuando no puedo soportar la muerte de cualquier otro animal, que en los mataderos tienen una muerte más digna. Pero la violencia mediática, se instala en nuestras vidas como un elemento más que pervierte una visión del mundo que perciben nuestros niños/chicos e incorporan al funcionaniento general de lo que es la vida. Lamentable. increible el tener que prohibir colgar vídeos tan deleznables, pero reales.
 Y qué decir de las religiones, si ya está todo dicho de obra y de palabra, de actitud ante la vida adelantándose a la muerte desde que nacemos para vender la parcela en el cementerio, para modelar nuestras mentes de manera normativa y, en muy segundo plano, formativa pocas veces con el ejemplo; más bien con un ejemplo poco edificante de una mentalidad próxima a la doctrina de Cristo que solamente ha cristalizado en algunos elementos, no precisamente queridos por la curia. La honradez y el compromiso con los demás es "revolucionario" en un mundo que está absolutamente reglado, en lo político y en lo religioso, y toda disidencia se castiga, a veces, con la muerte física más cruel o con el ostracismo social, que es una muerte más lenta pero no menos dolorosa. Estados Unidos lamenta, como todos, la salvaje ejecución de su periodista pero, ¿qué hay de la también salvaje ejecución del último reo del corredor de la muerte, que sufrió dos horas de agonía tras la inyección letal?

 

JOSEPH WOOD.

 El calvinismo anglosajón es heredero de la ley del talión y aún contempla la pena de muerte en muchos de sus estados.
  Para pensárselo todo.