viernes, 30 de noviembre de 2012

CASO CLÍNICO: ESPAÑA.

Neumonía en língula.




 Varón de 54 años, fumador activo, sin antecedentes de neumopatía, que acude a Urgencias por fiebre elevada, expectoración hemoptoica y disnea de esfuerzo, ocasionalmente de reposo. Antecedentes familiares y personales de escasa relevancia, con buen estado general y exploración clínica congruente con la afección que manifiesta. En la analítica presenta una elevación de la "proteína C reactiva"y Velocidad de sedimentación Globular; hemograma con desviación a la izquierda sin más anomalías. Se realiza una determinación en sangre arterial de saturación de O2 con resultado del 62% y en la auscultación pulmonar se objetivan crepitantes y roncus en la base izquierda. En la radiografía se confirma la sospecha de una neumonía en la língula del pulmón izquierdo, sin más hallazgos.
 Cogida la vía venosa en el correspondiente box, se procede a tratamiento antibiótico estándar y antitérmico, corticoterapia, oxigenoterapia y nebulizaciones por ventimax con el fin de mejorar la saturación de oxígeno del paciente y poder darle el alta al día siguiente, con tratamiento domiciliario. No pudo ser, a pesar de la evidente mejoría clínica, por mantener una saturación arterial de oxígeno deficiente; el paciente, que no vive en la población, decide el alta voluntaria para viajar a su Comunidad Autónoma de origen y seguir allí el tratamiento y las revisiones médicas. A la semana siguiente se le envían por correo electrónico las radiografías y los resultados del análisis de esputo (flora bacteriana normal) y antígenos bacterianos en orina (negativos para Legionella y Neumococo).
  En su lugar de residencia, es derivado al Servicio de  Urgencias de su hospital por su médico de atención primaria y allí se repite la radiografía y las analíticas oportunas, siendo citado para el Servicio de Neumología  al cabo de un mes, con nueva radiografía que demuestra la persistencia de la condensación neumónica sin apenas mejoría. Ante la evolución tórpida se establece la sospecha de un posible cáncer de pulmón y se programa para tres días después una broncoscopia, que resultó ser normal en el aspecto de la vía bronquial/bronquiolar y en el análisis anatomopatológico del lavado bronquiloalveolar, con ausencia de células malignas, emplazando al paciente a un nuevo control radiográfico al cabo de un mes.
 Al mes siguiente la condensación alveolar aún persiste con escasa mejoría radiológica pero sí clínica. Se decide repetir la broncoscopia, esta vez con lavado y cepillado alveolar (no es coña, es así: como llevar la alfombra a la tintorería) con nuevo resultado negativo para malignidad y con la duda de si podrá haber un tumor bronquiloalveolar al que no puede acceder el broncoscopio: se decide realizar un TAC torácico con contraste yodado: se aprecia la condensación persistente pero ningún hallazgo patológico de tumor o metástasis en pulmones, mediastino, hígado o cualquier otra estructura anatómica. En la radiografía realizada un mes después la mejoría es evidente: solamente queda un resto de condenación que bien podría corresponder a una pequeña cicatriz pulmonar por el proceso pasado ¡Aleluya!
 Seguramente en la radiografía que deberé hacer en enero no habrá nada, pero si me queda la "cicatriz" me daré con un canto en los dientes y agradeceré el gozar de una Sanidad de primer orden, compartida con extranjeros que nos visitan y se sienten seguros al venir de vacaciones a España, país en el que el turismo es una industria poderosa en el PIB. En el box de Urgencias del Hospital de Ibiza éramos españoles y extranjeros al 50%, gozando del trato exquisito y profesional de todos los sanitarios, que son víctimas de los recortes de presupuesto y los abusos de propios y extraños.


 El gobierno/ los gobiernos autonómicos, deberían pensar en menos recortes y privatizaciones en nuestra Joya Sanitaria, que convierte a España en un destino turístico seguro y apetecible en todos los aspectos, y recortarse sus sueldos y privilegios  y, también de paso, recortarse sus testículos/ovarios porque los cerdos capados saben mejor.
 Me imagino lo que pasaría si la infección me hubiera ocurrido en Cabo Verde, cuando ganó "la Roja" el mundial de fútbol: solamente contaría con mi pequeño botiquín de viaje y la alegría del triunfo compartida con mi hijo.


ALEMANES, PORTUGUESES, ESPAÑOLES Y MI HIJO, CELEBRANDO EL TRIUNFO DEL MUNDIAL (BOAVISTA-CABO VERDE).