miércoles, 16 de mayo de 2012

ALFONSO CAMÍN MEANA: ENTRE MANZANOS Y ENTRE PALMERAS.

ALFONSO CAMÍN.
"Ye un mozu que gasta chambergo sin plumes,
que tién la sesera fantástica y lloca;
por toda fragancia (sin otros perfumes ),
la pipa en la boca;
que tién una cara con güeyos de lince,
que non están quietos de inviernu y veranu;
 que tién una llengua que fala por quince...
Y el palu en la mano".

Así definía a Alfonso Camín Meana ( La Peñuca, Roces, Gijón el 2 de agosto de 1890-Porceyo, Gijón el 12 de diciembre de 1982) el poeta Marcos del torniello, también asturiano.
Gran nariz presidía la cara del poeta (semejante a Cyrano de Bergerac)  y también la gran lid calderoniana que protagonizó su vida rebelde y en constante rebeldía, en contra de la pobreza y la explotación laboral que vivía Asturias y el mundo entero. A los trece años se enfrentó, por primera vez, a un jurado después de participar en una reyerta en la romería de Roces ( su lugar de nacimiento), tras su paso por el hospital y la cárcel-supongo que sería el Hospital de Jove y la cárcel del Coto, ambas instituciones ubicadas en Gijón-logrando la absolución después de narrar en verso sus razones a la esposa del Presidente de la República de España. Dos años más tarde, a los quince, se embarcaría con destino a Cuba después de estudiar en las Escuelas Públicas de Roces, Ceares y Granda, pertenecientes al municipio de Gijón.

Típica romería asturiana.
 Escucho a los malvises

No sólo fue mi infancia cruzar los campos solos,
el pan y la sardina, la planta que se hiela,
las tardes en la grava, las noches en la escuela
y a palo y a navaja reñir con los "pirolos".

Bajo los robles juego cuatreadas a los bolos,
me paro en los trigales a oír la "parpayuela";
admiro a la calandria que hasta las nubes vuela
y en San Martín contemplo las nieves de dos polos.
Escucho a los malvises cantando sobre el mato,
 entre helechales verdes me enredo y desenredo,
revuela y estremece las frondas el "ñervato".

Me pierdo por los bosques, me embriago en el lloredo
 y llevo a los caminos rumores de regato,
viento de mar y viento de roble y castañedo.

Camín, que no vivió mucho en España por su emigración temprana cuando era un adolescente (1905) , no utilizó el bable en la mayoría de sus obras aunque en este poema, escrito en la enmigración, resume sus vivencias en Asturias durante su infancia, con recuerdos que pueden ser similares a los de cualquier visitante de nuestra tierra en las sensaciones que ofrece, pero no en la tristeza de una vida pobre en la que un niño debe ganarse un jornal "en la grava" (se refiere a la cantera de Contrueces, otro barrio de Gijón, en la que trabajó con su padre) y después asistir a la escuela nocturna. La inagotable imaginación de un niño obrero, que recorre a píé el camino desde su casa hasta el trabajo, palpando el terreno con los cinco sentidos, nos describe brevemente el milagro de una naturaleza que aún existe, incluso en las ciudades: El vuelo de la calandria, y el canto del malvís en otoño así como el revolotear del ñervato/ñarvato/ñervatu (tordo negro o mirlo) entre la hojarasca del lloredo/lloréu (el Laurus Nóvilis o laurel, tan abundante en Asturias), que juega a esconderse o huye percipitadamente a tu paso. Rumores de regato le acompañan, mientras escucha la parpayuela (codorniz) en los trigales.

FAUNO ASTUR

No sólo fue mi infancia caleros y canteras,
escarcha, pié descalzo por sendas pedregosas;
también tuve mis diálogos con la abeja y la rosa
y me daban los higos maduros las higueras.

Tuve un laurel florido todas las primaveras,
manzanos y cerezos guindos en la llosa (huerto);
la cerca en membrillares era tan olorosa,
que se iban aromando las gentes forasteras.

Al hombro o a la cabeza la berrada luminosa,
bajaban a la fuente las mozas casaderas,
los muslos opulentos, la planta victoriosa,

Los senos levantados, rotundas las caderas;
me daban los castaños su flauta melodiosa
y yo era como un fauno tumbado en las praderas.

  Camín dejó Gijón con quince años, huyendo de la pobreza y de la guerra de Marruecos, recomendado a un pariente en La Habana (1905-1908), malviviendo en distintos trabajos por "la comida y el jergón" hasta el punto de padecer una ceguera temporal, producto de la desnutrición. Su rebeldía e insolencia le costaron algunos puestos de trabajo y alguna disputa sangrienta, mientras se iba forjando una reputación como periodista en algunos diarios habaneros de la época (El Cubano Libre, Diario de La Marina, Diario Habana) y después como escritor (en 1913 publica Adelfas, su primer libro). Pero el trabajo en ultramar se le queda pequeño y decide regresar a España, en 1915, como corresponsal en España del Diario de La Marina de Cuba, para la I Guerra Mundial. En Madrid, logra publicar en la revista La esfera y el diario El Liberal, publicando también su libro La Ruta.
 De regreso a Cuba, su carácter explosivo y su espíritu pugnaz le enredan en una nueva reyerta sangrienta, como aquellos helechales verdes de su Gijón natal,  esta vez sin poder desenredarse del peligro de un jurado y después una probable cárcel. Representante del Modernismo para algunos, de la generación del 27 para otros, es para mí un sujeto peculiar que comparte los rasgos vitales de artistas y poetas como Benvenuto Cellini o François Villon, con vidas fructíferas en el arte y la literatura marcadas por sombras e infiernos.

La Ballade des pendus
François Villon (1431-1463)

Frères humains qui après nous vivez
N'ayez les coeurs contre nous endurciz,
Car, ce pitié de nous pauvres avez,
Dieu en aura plus tost de vous merciz.
Vous nous voyez ci, attachés cinq, six
Quant de la chair, que trop avons nourrie,
Elle est piéca devorée et pourrie,
Et nous les os, devenons cendre et pouldre.
De nostre mal personne ne s'en rie:
Mais priez Dieu que tous nous veuille absouldre!

Se frères vous clamons, pas n'en devez
Avoir desdain, quoy que fusmes occiz
Par justice. Toutefois, vous savez
Que tous hommes n'ont pas le sens rassiz;
Excusez nous, puis que sommes transsis,
Envers le filz de la Vierge Marie,
Que sa grâce ne soit pour nous tarie,
Nous préservant de l'infernale fouldre
Nous sommes mors, ame ne nous harie;
Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!

La pluye nous a débuez et lavez,
Et le soleil desséchez et noirciz:
Pies, corbeaulx nous ont les yeulx cavez
Et arraché la barbe et les sourciz.
Jamais nul temps nous ne sommes assis;
Puis ca, puis là, comme le vent varie,
A son plaisir sans cesser nous charie,
Plus becquetez d'oiseaulx que dez à couldre.
Ne soyez donc de nostre confrarie;
Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!

Prince Jhésus, qui sur tous a maistrie,
Garde qu'Enfer n'ait de nous seigneurie:
A luy n'avons que faire ne que souldre.
Hommes, icy n'a point de mocquerie;
Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!

   Después del incidente cubano emigra a México en 1917 para continuar su obra periodística, en diarios como El Universal y Excelsior y también en revistas españolas como Rojo y Gualda y Castillos y Leones. En 1952 publicaría en México su primer tomo de Entre Manzanos (los poemas "Escucho a los malvises y Fauno astur pertenecen a este tomo) como un recuerdo de la infancia en Asturias; el segundo tomo de sus memorias, Entre Palmeras, se publicaría en 1958 como contrapunto de su azarosa vida en América. Entre México y España viviría nuestro poeta hasta la Guerra Civil española, con una producción ingente de poesía, prosa, artículos periodísticos y revistas fundadas por él, para exilarse en México, su segunda patria.

"En 1967, cuando tenia mas de setenta y siete años, decide volver a España, en compañía de su mujer (Rosario Armesto Jurjo, secretaria y musa), desembarcando en Gijón y con un único equipaje, compuesto por centenares de libros. Al llegar, se da cuenta que nadie conoce su obra, pese a lo cual, el Centro Asturiano de Madrid procura que el intelectual pueda volver a vivir en nuestro país. Gracias a este centro y a otros adscritos a él, el poeta fue pronto «resucitado » en su patria (pese a los problemas «administrativos» que le fueron creando aquellos para quienes la presencia de Camín en España no era «muy grata»). El poeta se refugia en su villa natal, pero el Centro Asturiano procura su pronta incorporación a la vida nacional (La «Cátedra Jovellanos» del Centro Asturiano de la capital de España le concedió la «Manzana de Oro»); por su parte, el ayuntamiento de Gijón y la Diputación de Oviedo otorgan pronto su nombre a varias calles, llegando a otorgarle un gran homenaje en el que le dan el nombramiento de «Poeta de Asturias». Finalmente, aún en estos años sesenta, en el Campo de San Francisco le levanta el Ateneo un monumento en el que se graban sus palabras, «Si soy el roble con el viento en guerra, ¿cómo viví con la raíz ausente?, ¿cómo se puede florecer sin tierra?» (Retorno a la tierra / Méjico-1948)
Fallece en Gijón en 1982 a los noventa y dos años de edad (y poco después muere su mujer), dejando una extensa obra. Sobre sus publicaciones, artículos y ensayos, la Revista Alto Nalón ha realizado varios números especiales. Por su parte, el poeta asturiano Albino Suárez, que se considera su discípulo mas cercano, ha compilado su obra. (La presente biografía se toma del numero dedicado al vigésimo aniversario de su muerte, partiendo de los datos dados por M. García Pardo.) " (tomado de la ENCICLOPEDIA DE OVIEDO).

 MIS VERSOS
(Habana 1910)

¿Que mis versos son rudos? Son nacidos de un alma
que no sabe de ensueños, ni ha vivido en París,
ni ante humanas muñecas reteñidas de afeites
desfloró  el pensamiento de su testa viril.
Versos hijos del alma conque alientan los robles,
hace siglos heridos, y hace siglos en pie,
desdeñosos al hacha que en sus troncos se mella
y al gusano que logra sus entrañas roer.
Versos hijos de un rudo corazón de combate,
como puños en guardia y en un reto hacia el Sol.
¡Yo anhelara que fueran cual las rocas mis versos
que desdeñaran, altivas, de la mar el furor,
y ya estén en las cumbres o en los hondos abismos,
inmutables y rudas, cada roca es un dios!
Aún me anima el espíritu de Pelayos y Cides
(yo desprecio las guerras; pero admiro el valor).
Aún admiro los triunfos de Castilla, la hidalga.
Y aún me queda la sangre del hispano León.
Es inútil la afrenta. La total desventura
Es inútil. Mis versos son igual que yo soy.
 ¡Soy el mar de Cantabria, soy la Torre de Hércules;
Soy las islas Azores, soy el mar de Colón.

 Todo un personaje universal pero humilde, unido a un paisaje y paisanaje de lo más diverso. Legítimo representante de la diáspora asturiana y española, que pasa de "guaje" a personaje a través de una contrucción personal sufrida, reñida en combate... Pero sentida y finalmente posada en el "lloréu", como el malvís o el "ñervatu", "dando la parpayuela" con el vecino después de una agotadora jornada de trabajo, o una agotadora existencia. Creo que ese fue Alfonso Camín.

       
Gijón
El Gijón que no vivió Camín.



domingo, 13 de mayo de 2012

HAGAN JUEGO, SEÑORES.



Número 0: gana la banca.
  ¡Hagan juego, señores...!

 Cuando en la ruleta de un casino la bola cae en el numero cero, Jodidos vamos con nuestras apuestas: Gana la banca y pierde la pasta el apostador.
 En España, desde hace ya demasiado tiempo, nuestros políticos trileros nos han dicho que nuestra economía es de la mejor, y nuestras entidades bancarias son de las más solventes y seguras: MENTIRAS PROPIAS DE LOS TRILEROS QUE NOS GOBIERNAN.
 Estos señores se montan una mesa de caoba, pagada por todos, y nos muestran tres cartas de la baraja española para que señalemos dónde está la sota (seguramente una fijación freudiana de sus madres) después de apostar: la rapidez del movimiento de sus manos y el truco que esconden nos hará pensar que la sota está donde creemos que está, con la consiguiente pérdida económica. Es un riesgo asumido después de confiar en el juego limpio del trilero correspondiente.
 Lo más grave que estamos viviendo es la inseguridad bancaria, con nuestras nóminas, pagos y ahorros entregados a dichas entidades, que nos cobran un dineral por gestionar nuestros dineros, que nos cobran por disponer puntualmente de nuestro pecunio, y que ahora no nos garantizan lo que es nuestro por su mala gestión, aunque el Gobierno de España haya inyectado dinero (también nuestro) para sanear las arcas de "Bankios" mal gestionados. ¿Qué podríamos hacer para no perder las cuatro perras que tenemos los españoles de a pié cuando el banco se declare insolvente?.
 Se me ocurre una cosa:
 Comprémonos una pistola de fogueo en una armería (son prácticamente idénticas a las de verdad) y después nos dirigimos a la ventanilla ( si queda algún empleado para atenderla) de nuestra sucursal. Con amabilidad encañonamos al empleado y le diremos suavemente: "esto no es un atraco, simplemente quiero retirar mis ahorros de la entidad bancaria sí o sí"...

 Para terminar la faena de supervivencia en tiempo difícil, nos procuraremos un zulo secreto en nuestra casa y allí dejaremos nuestro dinero, después de contratar un sistema de seguridad con una compañía, que nos saldrá más barato que el banco y crearemos empleo.
 ¿No debería ser yo ministro de economía, aunque no tenga ni pajolera idea como los ministros/as de "fogueo" (que son prácticamente idénticos a los de verdad) ? Nó, no se molesten en nombrarme porque no acepto el cargo. Pero si a algún posible lector de este post se le ocurre una idea mejor: yo le votaré.

Un mal escondite para el que tenga mucha pasta: incomodísimo dormir así.

  Money, gran problema si lo tienes en demasía y si no lo tienes, peor todavía; y en ambos casos, es un problema el entregarlo a los vampiros que no saben administrarlo.