martes, 9 de febrero de 2010

Vuelos.

 Ellos, los insectos y las aves, inventaron el vuelo hace millones de años, antes de que el ser humano- ya vamos por el homo sapiens-sapiens-existiera. Primitivos, pero etéreos, dominaban los cielos mucho antes de que los humanos pudieramos imaginar que llagaríamos a volar, y a una velocidad increible, mayor que la del sonido. Algún día, supongo lejano, llegaremos a desplazarnos por el espacio a la velocidad de la luz, que es la máxima permitida por la teoría de la relatividad de Einstein, pero aún así iremos muy lentos  hasta los rincones más lejanos del universo (años luz) para no se sabe qué, pues somos terricolas. Mientras tanto, este habitante del planeta Tierra desea descubrirlo, como ya hicieron nuestros antepasados, y aún se sigue sorprendiendo por el hecho de  que una aeronave, mucho más pesada que el aire, pueda volar y despegar del suelo en cuestión de segundos.
   ¡que bonitas y sorprendentes son las libélulas que, además, señalan un médio saludable y libre de contaminación.