jueves, 23 de febrero de 2012

TAL DÍA COMO HOY.


  Tal día como hoy, un 23 de febrero de 1981, nuestra incipiente democracia se vió en peligro por la actuación de unos militares-y civiles-que pretendieron, una vez más, "salvar la patria" y salvar a los españoles. La confusión de aquel día y la angustia generada en la mayoría de la población será recordada por todos aquellos que vivimos el hecho histórico.

Adolfo Suárez jura el cargo de Presidente del Gobierno ante S.M. el Rey.
  Tras la dimisión de Adolfo Suárez como presidente  del Gobierno, le sucede en el cargo Leopoldo Calvo Sotelo, en cuya sesión de investidura en Las Cortes se produciría el secuestro de nuestro parlamento por parte del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina.
¡Silencio todo el mundo!

Calvo Sotelo jura el cargo de Presidente.

Quizás sea este intento de golpe de estado el único grabado íntegramente por las cámaras de televisión en toda la historia mundial... ¡Viva España!
 Para añadir más confusión y terror a la situación de los españoles en aquellos momentos, el general Jaime Milans del Bochs ocupó las calles de Valencia con los tanques y estableció el toque de queda.





D. Juan Carlos le envía un télex a Milans del Bochs, la noche del 23-F, en el cual le advierte de que: "El que se subleve, estará dispuesto a provocar una guerra civil y será responsable de ello", mientras le reitera la orden de retirar los tanques de las calles de Valencia.
 Tal día como hoy, hace 31 años, España y los españoles recibimos un gran susto, el Rey se ganó su corona (probablemente infuenciado por la Reina, que sufrió las consecuencias de la "dictadura de los coroneles" en Grecia), los líderes políticos de todos los colores estuvieron a la altura de las circunstancias y la democracia española se asentó definitivamente.
 Unas horas de incertidumbre y de zozobra que deberíamos recordar, sin acritud, en las que España puso a prueba su voluntad de progreso. A día de hoy, no deberíamos sacar los tanques a las calles de Valencia ni a las calles de ninguna otra ciudad, y sí deberíamos retomar el espíritu de aquel 23-F para que, todos juntos, arreglemos el país.
 Y ahora... ¡Se sienten, coño! para escuchar lo que les propongo:



 
 El 23-F es una efeméride en nuestro país para no olvidar en su aspecto  positivo y en su lado negativo: hemos ganado en esa fecha más de lo que hubiéramos podido perder.

domingo, 19 de febrero de 2012

CARNAVAL

Carnaval de Venecia.
  Comienza el carnaval, señoras y señores, el periodo de las carnestolendas o el carne-levare de la Iglesia Católica medieval. Un lapso de tiempo (desde principios de enero hasta finales de marzo) en el cual el pueblo se relaja antes de entrar en la Cuaresma (Per ínstan sánctam unctiónem) y disfruta del relajo de ser, sin ser, lo que pretende ser, dando rienda suelta a su imaginación lúdica y también a su sentido lúbrico. No se sabe bien el origen de los carnavales aunque parece haber consenso en su raíz pagana: ¿Dionisos/Baco? ¿las Saturnales? ¿o quizás las las festividades egipcias en honor al toro Apis? También se habla de una tradición sumeria de más de 5000 años... Da igual.
 Ciertamente el carnaval es un festejo lúdico, lúbrico y transgresor; poco amigo de las dictaduras (civiles y eclesiásticas) que perdura desde hace muchos siglos, especialmente en las culturas católicas y de raíz cristiana, que se celebra en gran parte del mundo constituyendo una festividad muy renombrada en algunos lugares: Tenerife y cádiz (España), Venecia (Italia), Río (Brasil), Barranquilla (Colombia)...



Carne jugosa, vino, diversión, imaginación, transgresión, ruptura, paréntesis, translocación, amistad, desmadre, confusión, ambigüedad, pasión, ritmo, música, tradición, traición, venganza, locura, exceso.......................
 Todo esto puede ser el carnaval y más.
 Pero carnaval, según definición de la RAE: figurado y despectivo. Dícese del conjunto de informalidades y fingimientos que se reprochan en una reunión o en el trato de un negocio.

¿Les suena?

Rajoy: maestro de cetrería.
Por extensión, el carnaval es cualquier fiesta de gente disfrazada, pública o privada, que se celebra en cualquier fecha del año. Por ejemplo:


Ángela Merkel vestida de Führerin.
                                      









Sarcozy: cantando bajo la lluvia con Ángela.
Anterior gobierno de España, vestidos de estafermo.
 Y mientras nos cae la que nos está cayendo, sin saber por qué, mi querida Atenea sigue pensando en el horror, apoyada en su broncinea lanza de guerrera, con el cíngulo en la cintura como Carmen Chacón.

Atenea pensativa. Museo de la Acrópolis de Atenas.



        ¡Carnaval, carnaval, disfrutémoslo mientras podamos! ¡seamos lo que no somos y disfrutemos! y aunque ya no seamos jóvenes: ¡Gaudeamus ígitur, juvenes dum sumus! a pesar de nuestros políticos y los buitres carroñeros que nos arruinan. Antes era la Cuaresma eclesiástica la que propiciaba el desmadre de los carnavales, ahora es la cuaresma que nos imponen nuestros políticos globalizados la que nos incita a vivir el carnaval con gran desahogo.

 

 Bebamos y gocemos en este carnaval; soñemos y seamos sin ser, que ya vendrá la cuaresma sin imposición: IMPUESTA.
  Mientras tanto, los causantes del caos... que se diviertan todo el año en su CARNAVAL DE LOS ANIMALES.


  Que de la danza macabra ya nos libraremos los demás mientras podamos, que todo habrá de llegar, hermanos, en esta vida.

 Pero...Mientras todo llega-lo bueno y lo malo, lo inevitable-gaudeamus ígitur porque estamos vivos, porque nos da la gana y porque hace un día precioso y nadie vendrá a jodérnoslo.
  Pues eso.


  Pues, aunque la cuaresma política nos censure, ¡VIVA EL CARNAVAL Y SU TRANSGRESIÓN!  Y después, a seguir siendo perritos sumisos todo el resto del año.
  ¡Faltaría más!

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Salfuman: para la limpieza general de despachos oficiales.

Algodón: para la mejor prueba a nuestros políticos.