martes, 9 de agosto de 2011

LAS LÁGRIMAS DE SAN LORENZO.

El martirio de San Lorenzo, por Juseppe Leonardi.
 San Lorenzo nació en Hispania (no se sabe bien el lugar) en el año 225 D.C. y fue encargado de custodiar los tesoros de la iglesia cristiana así como de cuidar de los pobres, entre otras funciones. Vivió en Roma cuando Valeriano era el emperador, en plena cruzada contra el cristianismo, y se topó con la ambición desmedida del prefecto de Roma, furibundo pagano, que le exigió la entrega de todos los tesoros cristianos. San Lorenzo reunió a todos los menesterosos de la ciudad eterna, a los que él asistía, y se los presentó al prefecto después del plazo impuesto por éste de tres días. El prefecto se tomó el asunto como una burla y le condenó a morir "lentamente y con el mayor dolor que se pueda sentir": fue asado en una parrilla a fuego lento. Dice la tradición que San Lorenzo, cuando se estaba quemando vivo en las brasas, dijo con humor: "ASSUM EST INQÜIT  VERSA ET MANDUCA" (traducción macarrónica mía: asado desigualmente, dadme la vuelta para comerme). Fue sacrificado el 10 de agosto del 258 D.C. y su festividad se celebra ese día en múltiples países y por varias confesiones religiosas.
 Desde entonces y coincidiendo con el martirio de San Lorenzo, se denomina al fenómeno astronómico que se produce todos los años en el Hemisferio Norte, consistente en una espectacular lluvia de meteoros que dura desde finales de julio hasta finales de agosto, con máxima intensidad en la primera quincena de agosto, LAS LÁGRIMAS DE SAN LORENZO.
 El origen de esta lluvia está en el cometa 109 Swift-Tuttle (descubierto por ambos astrónomos en julio de 1862) que se encuentra en la constelación  de PERSEO (personaje mitológico, hijo de Zeus y Dánae, que se enamoró de Andrómeda, hija de Casiopea, y le cortó la cabeza a Medusa para poder casarse con su amada)  y por ello se conocen también como LAS PERSEIDAS.
 La constelación de Perseo no es difícil de identificar: dirigimos la mirada hacia el norte y localizamos a Casiopea, una M o W según la hora que consideremos. Todas son constelaciones circumpolares y por tanto se ven, en el Hemisferio Norte, durante todo el año en lo más alto de la bóveda celeste, girando como una noria alrrededor del eje terrestre, solidarias de la Osa Mayor y la Osa Menor y otras constelaciones también muy conocidas.
 Como podemos comprobar, la mitología griega es imitada por la romana y, por extensión, por el rito cristiano con sus Lágrimas de San lorenzo (por las lágrimas que derramó el santo en su martirio).
 La observación es tan simple que no precisa  de instrumentos ópticos (unos simples prismáticos de 10 aumentos y objetivo de 50 mm serán perfectos para la observación más detallada) y el gozo está garantizado cuando sólo se trata de observar un fenómeno natural solo o en compañía. Deberemos contar con un cielo despejado y, a ser posible, con una luna nueva con el cielo oscurecido por su fase. También es imprescindible evitar la contaminación lumínica de las cuidades o pueblos grandes y ubicar nuestra "fiesta" en un lugar oscuro como una playa o una colina. 

La constelación de Perseo.
 También, y aprovechando el momento, podremos conseguir para el evento una carta estelar, de libro, o mejor fluorescente, que iluminaremos para guiarnos por el cielo (¡ojo!, la carta celeste se orienta como un mapa pero con la abstracción de mirarla hacia arriba) con una luz tenue (mejor roja, por ser el espectro más bajo en frecuencia lumínica) o con luz ultravioleta (hay linternas-bolígrafo en las tiendas chinas y las hubo en el Lidle, muy baratas), que en el caso de la carta fluorescente, nos cargará la luz en la carta, sin necesidad de mirar, y en ambos casos mantendremos nuestra pupila dilatada para percibir mejor la luz estelar.

Lo dicho: disfruten de este espectáculo natural y lleven a sus hijos para que lo contemplen, como ya lo hicieron sus antepasados, y aprovechen  una noche de fuegos naturales, que nó artificiales, para regalar a sus vástagos con el mejor espectáculo natural que ningún parque temático podrá ofrecer jamás. y en estos tiempos de crisis: GRATIS TOTAL.