jueves, 25 de marzo de 2010

LA CULTURA MINOICA.


Zeus, precozmente adulto, convertido en el dios supremo del Olimpo, no desaprovecha ninguna ocasión para obtener el placer carnal que todo humano desea, incluidos los dioses olímpicos. Un día conoce a una bella adolescente, Europa (hija de Agenor y Telefasa, reyes de Fenicia), y se acerca a ella en una playa para seducirla, con éxito, trasfigurado en toro. Europa se percata de la presencia del bello animal y monta en su lomo iniciando ambos una huida hacia la isla de Creta, donde Zeus, nuevamente antropomorfo, posee a Europa bajo un plátano (que según la leyenda, no perdió jamás el verdor) y siembra su fecunda semilla en ella. Zeus le concede tres dones: Una lanza que no erraba el blanco; Laelepe, un perro que no perdía nunca la presa; Y Talo, un autómata de bronce que vigilaba, mientras corría alrededor de la isla, para matar a los extranjeros que se aceraban.


De esa unión habrían de nacer Minos, Sarpedón y Radamantis, y Europa se caso con Asterión, que le dio una hija: Cretea. Asterión adopto a sus hijos y nombro heredero del trono de Creta a Minos, que reino con ecuanimidad y por ello fue nombrado juez de los infiernos, junto con su hermano Radamantis y Éaco (Hijo de Zeus y Egina y abuelo de Aquiles) que pobló la isla de Egina (llamada así en honor a su madre, y arrasada por una peste que mato a toda la población) con hormigas, dando lugar a los Mirmidones, guerreros de élite que lucharon con Aquiles en la guerra de Troya.

Minos, ya rey de Creta y casado con Pasífae, recibió el saludo y aprobación de Poseidón (dios de las profundidades del ponto y de las tormentas) a modo de un toro blanco emergente de las olas marinas (Poseidón tenía auténtica debilidad por los toros. A los habitantes de la futura Atenas también les ofreció un hermoso toro blanco para lograr el patronato de esa ciudad, pero gano Atenea con su regalo: El olivo. Desde ese momento la ciudad fue consagrada a la diosa y recibió el nombre de ATHINA/ATENAS). La condición que puso el dios del ponto fue la de sacrificar al toro, cosa que Minos no quiso hacer y habría de pagar muy caro posteriormente, por la venganza del dios.

Minos y Pasífae engendraron tres hijos: Androgeo, Ariadna y Fedra (¡ojo! No confundir con Fedro, el joven discípulo de Sócrates que escribió la defensa de este ante el tribunal del Areópago, y Sócrates rechazo), que habrían de tener también destinos trágicos. En este periodo próspero medro la civilización minoica que conocemos hoy día-¿La atlántida?-desde los descubrimientos del palacio de Cnosos/Knossos realizados por Evans.

Los arqueólogos diferencian tres periodos minoicos: ANTIGUO (2700-2000 a.C), MEDIO (2000-1750 a.C) , la época de los palacios de Cnosos, Malía y Festos; Y RECIENTE (1750-1400 a.C), el apogeo de Cnosos, la suprema joya de esta cultura que dio lugar a la leyenda del Minotauro.