viernes, 9 de abril de 2010

ÍTACA


 Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
 A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones y a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

 Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.


KONSTANTINOS KAVAFIS (Alejandría 1863-Alejandría 1933).

 Un curioso poeta egipcio, de étnia judia y origen griego-turco, que vivió y estudió en Inglaterra, también en Grecia y  Turquía, y regresó a Egipto para trabajar como funcionario del ministerio de riegos. Su escaso poemario de solamente 150 poesias tratan del mundo clásico, el erotismo de tinte homosexsual con la idea de la fugacidad inevitable de la belleza, y la sensualidad. Su amistad con el escritor británico E.M. Foster (Habitación con vistas) hizo que su obra (publicada póstumamente en 1936) fuera conocida en Europa, especialmente en Inglaterra.

ÍTACA