Qué pena... España sigue siendo un país de fusilados en las cunetas, de hogueras de la inquisición con cuerpos quemados, de mujeres (y algún hombre) asesinados por "amor", de políticos corruptos, amparados por la banca y por la Justicia, que nos evocan la imagen superior en nuestras mentes, de trabajadores esclavos que trabajan por una mierda de sueldo y cobrarán otra mierda de pensión; de jóvenes bien preparados que trabajan por un salario mísero y no tienen un futuro en el país que les parió, o no tienen preparación pero sí buenos músculos y ganas de trabajar. España, por desgracia, está siendo así.
Desde que estamos en plutocracia, putocracia o cualquier cracia que nos quieran vender, vamos de mal a peor por nuestros conocidos gorrones (Sí, los de la casa de lenocinio de los leones); los que pretenden dirigir una COMUNIDAD AUTÓNOMA desde otro país, imputados que están, diputados (dos veces putos) que pululan por todo el país enriqueciéndose a nuestra costa mientras hacen el "carrerón" de la política, que no precisa de títulos ni exámenes para ejercer la facilísima tarea de gobernar un país, una comunidad autónoma o un ayuntamiento: el chollo del siglo.
España, por desgracia, sigue siendo el patio de Monipodio en el cual se junta lo mejor de cada casa.
No quiero mirar el cuadro de Goya porque me inspira malas ideas, que no son habituales en mi mente.