miércoles, 19 de octubre de 2011

DEJAR DE FUMAR.

 
  Los vicios, los hábitos nocivos como el fumar, son enfermedades crónicas con agudizaciones puntuales o prolongadas en el tiempo, que nos dan un premio (cuando los dejamos) o nos amargan la vida (cuando estamos en activo), porque los hábitos nocivos nos condicionan para seguir con ese consumo repetitivo y creciente. En el conocimiento actual de nuestro cerebro, sabemos que están implicados en las sensaciones de castigo-recompensa una serie de núcleos hipotalámicos y un neurotransmisor: la dopamina. Pero no debemos olvidar que la corteza cerebral, el neocortex, puede dominar  a esos sótanos cerebrales y romper su influencia nefasta con una programación dirigida desde los lóbulos frontales,  hábilmente diseñada para tal fin y que nos confieren la entidad de seres humanos, como la especie más inteligente habida sobre la Tierra.  


En un intento de conciliarme con mi antigua situación y seguir adelante con mi proyecto de liberación tabáquica (cosa que inicié hace tiempo con el logro de permanecer sin fumar durante 8 años), estoy con la defensa en alerta de mis lóbulos frontales, mientras ayudo a mis núcleos hipotalámicos para  que segregen la suficiente dopamina y no se sientan incómodos: tengo mi despacho lleno de humo, como era lo habitual,  pero no de tabaco: ahora el humo es de sándalo, en varillas, conos, polvo ... y con ese olor dulzón  que recuerda lejanamente  al tabaco de pipa. Mis núcleos hipotalámicos se van  llenando de Dopamina y yo potencio con ello mis lóbulos frontales  para  que predomine  el "YO" sobre el "ELLO", que decía  Freud. 
 Contemplo las volutas de humo que salen de los "pebeteros", las aspiro y disfruto... Me estoy alejando del pernicioso tabaco en mi tercer día y sé que lo lograré, apoyándome en la ciencia en todos los sentidos. ¡Qué logro he obtenido con la voluntad y el conocimiento! coser  y cantar será dejar el nefando vicio.
 Lo llevo bien, pero hay veces que mataría por verme así:


  Ni neocortex, ni dopamina, ni núcleos en vinagre. Hay que currarselo con un par de dídimos.
 Como decía nuestra Saritísima, FUMAR ES UN PLACER.