lunes, 1 de abril de 2013

SEMANA SANTA.


LA NIEVE ABANDONA LA  MONTAÑA.
 ... y el agua también sabiendo por dónde corre; sabiente de su recorrido porque !tantos años por el mismo cauce me moja las botas de caminante!, me lo empapa todo con esa inundación de dulzura, con ese bautismo, gota a gota, que no sabes cómo asumir: afrenta de la naturaleza o regalo de la misma; perlas que caen recién paridas. Los caminos, ríos, te encharcan lo más abajo de tu anatomía.
Perlas de agua que caen por el camino que cruzan.

  Semana Santa que nos da un respiro a todos, independientemente de la filiación política o religiosa; que nos deja un espacio para disfrutar y meditar en lo más íntimo de nuestras mentes, en lo que verdadedamente importa en nuestras vidas: esa espiritualidad, a veces no sentida como tal, que nos hace más humanos, aunque no tengamos un sentimiento religioso y no lo necesitemos.
  
 
 


  yo pienso, modestamente, que la Semana Santa no se inventó en occidente, en una comunidad cristiana, por casualidad: la crudeza del invierno da paso a la dulzura de la primavera y ese tránsito es un buen motivo para agradecer esa cadencia con la que se suceden las Estaciones que gozamos en el Hemisferio Norte.

 Un abrazo a todos.