martes, 5 de abril de 2011

CAVE CANEM

Perro mundo. Alegre y divertido, entreverado como el tocino más rancio con penas y tristezas que constituyen el contrapunto de esta carrera de fondo que es la vida; claroscuro de una singladura vital sembrada de muchas penas y pocas glorias, compartidas o reñidas con nuestros perros semejantes, mostrándonos la dentadura para reír en compañía o discutir amargamente entre animales que somos; amantes, amigos, enemigos o seres indiferentes que simplemente nos toleramos sin apenas mirarnos, olisqueando nuestros humores al cruzarnos.
  Perros de paja o de guerra que orinamos muy alto en la pared para marcar territorio y defender nuestro espacio vital mínimo, excluyendo o invitando a otros perros en nuestros dominios con un lenguaje no verbal, con un metalenguaje atávico de especie omnívora, capaces de crear y de destruir, de acariciar y de morder, de morir y renacer en el Hades con la bienvenida de Cerbero, que no nos dejará huir a menos de encantarle con nuestra música de Orfeos o pagarle con la moneda de plata que no hemos entregado a Caronte.

 Perros, amigos fieles que supeditan su vida a la tuya sin pedir más que tu presencia; seres capaces de entender lo que no entendemos los humanos y de oír sonidos inaudibles para nosotros con mirada en escala de grises, agradeciendo una caricia en el lomo con la sonrisa de su rabo. Se dice que los perros acaban pareciéndose a su amo, no lo sé, pero sí sé que muchos amos acaban pareciéndose a su perro. Por pura precaución:


CAVE CANEM: CUIDADO CON EL PERRO.

8 comentarios:

  1. Interesante juego reflexivo con la figura del perro como hilo conductor. Me ha encantado.

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  2. Gracias, Carmen, por su comentario y su interés.

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  3. La fidelidad de los perros encarnada en Argos, único ser que supo reconocer a Ulises cuando éste regresó a Ítaca vestido de mendigo.

    Creo firmemente que hay un cielo para los perros. Seguramente se encontrará cerca de la constelación del Can Mayor, con su rutilante estrella alfa que llamamos Sirio en recuerdo del perro de Orión, el cazador.

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  4. D. Gulliver, ha estado usted genial con su comentario, en esa unión de la mitología con la astronomía llevada a cabo desde la cultura minoica de Creta. No sé si habrá un cielo para los perros y para los humanos también pero, de existir, deberían ser el mismo.
    Un saludo, amigo Gulliver.

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  5. CAVE HOMINEM, diría yo teniendo en cuenta la trayectoria de nuestros genes...
    Hermoso y cierto elogio de los mejores amigos del hombre, título ganado a pulso. Estoy contigo en que debiéramos aprender muchas cosas de estos amigos, los únicos que enseñan su dentadura sin tener que preguntarnos qué habrá detrás de esa sonrisa de cocodrilo...

    Bello, Jano.
    Un beso.

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  6. D. Neo, se le echaba de menos por estas latitudes. Gracias por su presencia y por su comentario.

    Marisa, querida, buena corrección porque ad ribum eundem, canis et hominis venerant y no sé cual de ellos estaban más sedientos de sangre.
    Un besazo, amiga Marisa.

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