RELIGIÓN, MUERTE Y CONSUELO.

JAMES FOLEY (Q.E.P.D. EN UN CIELO SIN RELIGIÓN )

    Pues al final llegó la muerte "piadosa" al periodista e historiador norteamericano James Foley,  un "impío" reportero que recorrió el mundo peligroso, caminando por él con su par de pelotas, hasta que la puta religión de un Alá mal entendido decidió que debía morir, sin el derecho a residir en el paraíso prometido para asesinos (véase el origen de la palabra) que no pueden disfrutar de lo único que nos ofrece nuestro momento actual: la vida.
 La religión ha sido siempre una rémora para nuestras vidas, pero también un consuelo y, algunas, una enseñanza moral o ética de una forma de proceder y actuar en nuestra vida, independientemente de las leyes vigentes, no siempre justas. Pero la religión, como la política, siempre ha tratado de encadenarnos en lo práctico, y de engatusarnos con la venta de parcelas en ese "cielo" tan distinto según la "inmobiliaria"  y la "banca" que nos ofrece el crédito para hipotecar nuestra vida: Resulta paradógico hipotecar nuestra vida pagando con la muerte, con una muerte retorcida y cruel, salvaje y no elegida por la persona, que sólo pretende vivir y dar testimonio de vida. La Inquisición española (el "SANTO OFICIO", TORTURÓ Y MATÓ A MUCHAS PERSONAS Y ¡¡FUE ABOLIDA EN EL SIGLO XIX!!)... ¡Qué aberración!
 ¿Es un pecado vivir tu vida sin hacer daño a terceros, o es pecado vivir para dañar, e incluso matar de la forma más salvaje a tus semejantes en el nombre de dios (sí, con minúscula)? La vida no es un pecado, es una imposición ¿de Dios-dios? NO; es una imposición no pactada de la naturaleza... Nadie nos preguntó si queríamos nacer y, por tanto, nos sobra Dios o dios para esta ecuación; nos sobra la violencia porque todos estamos aquí contra nuestra voluntad, o muy contentos de estar, y el futuro final, en todos los casos, es una pura entelequia tan casual y natural como el propio nacimiento ¿para qué  necesitamos un dios y un más allá? ¿para qué teñir de sangre nuestra existencia, tan complicada, en nombre de dios?.
 Es curioso que la Iglesia Católica haya canonizado a los últimos santos por hazañas que nada tienen que ver con los "milagros" de antaño; pero ¿a quién canonizará la religión musulmana radical? ¿a los verdugos del 11-S, a los del 11-M, a los decapitadores de periodistas... O a mí, que escribo esta blasfemia? La religión es una política pervertida que pretende ser "sobrenatural" y nos vende el carro de Apolo en vez de la "Vespa" del marqués de Villaverde. Nunca surcaremos los cielos con las alas de un arcángel, antes lograremos volar con las primitivas alas de Ícaro, como ya lo hicimos y hacemos.
 Nadie, en su sano juicio, puede apoyar una idea de muerte basándose en una hipotética justicia divina.
 Que así sea, Amen.